ALDANA MOLINA: DE LA VILLA OLIMPICA A LA TRANQUILIDAD DE SU CASA
Luego del quinto puesto en lanzamiento de Jabalina obtenido en los Juegos Parapanamericanos de Lima (Perú), Aldana Molina, visitó los estudios de Radio Delta FM para comentar su experiencia internacional. Miércoles por la mañana. 4 de Septiembre dice el calendario, mientras que el termometro marca 3 grados. Amanece en el pueblo. Padres e hijos corren llegando tarde a la escuela, los comercios comienzan a abrir sus puertas, mientras que en la radio informan sobre la llegada de Aldana. Un puñado de familiares la esperan. Los mismos que la acompañan a diario. En silencio, pasando desapercibida, como si fuese una más, llegó Aldana Molina a su Embalse.
Muchos se deprimirían al volver de un juego Parapanamericano, y ver que en dos autos entran todos. Bajonearse? Ella no conoce esa palabra. Se baja del colectivo, y se encuentra con los que la rodearon siempre. Esta Jorge, su compañero de vida, que hizo una rifa para poder acompañarla a Perú. Estan sus padres, esos que jamás la dejaron caer. Estan todos. Todos los que ella, quiere que esten.
Luego de la experiencia en Lima, la preocupación llegó por la recepción. Un largo viaje en colectivo, con descanso poco confortable, lo ideal era llegar sin "levantar el avíspero". No por ser antisocial, sino que, para que ese cansancio, no fuese malinterpretado por todos los que estuvieron pendientes de su participación en Perú. “No queria quedar mal con la gente, pero no me siento comoda siendo el centro de atención. Simplemente quería llegar, tomar unos mates en casa, estar con los perros y descansar" comienza contando Aldana. Con la humildad que la caracteriza, simplificando las cosas, continua "Como que no me gusta mucho la exposición, no estoy acostumbrada, me siento como avasallada, quizas porque todavia uno no cae de lo que significa, de lo que genera. El orgullo es en mi familia, ya se pasan (comenta entre risas), pero uno lo toma como medio cargosos, pero ahí es cuando realmente me doy cuenta de todo lo que pasó, de la dimensión. Con ellos, con ustedes, o con los medios que me han llamado de Rio Cuarto o Alta Gracia, por ejemplo".
En cuanto a su experiencia en Lima, destacó la calidez de la gente de Lima, el alojamiento, rampas de acceso, la Villa Olímpica con escritura en Braile, y todo dispuesto para que cada atleta este muy cómodo.
Una de las pocas preocupaciones en Perú, fue a la hora de realizarse estudios, ya que debía específicar la cantidad de insulina utilizada. "Me tocó ir al dopping un jueves (competía el lunes), me hicieron pedidos de analisis viejos, historías clínicas traducidas al ingles. Tuve que pedir todo eso acá a Córdoba, asique estuve hasta el sábado a la tarde con eso, hasta llegue a pensar que ya no competía. Eso me tenía muy preocupada. (...) Por suerte lo resolvimos, pero creo que eso tambien influyó un poquito en lo que hicimos en el torneo. Cuando mas me tenía que concentrar en entrenar y estar preparada, perdí dos días de entrenamiento, esperando los papeles". Con respecto a esto, fue fundamental la labor de la doctora Claudia Ruiz ayudando con la historia clínica, y de Patricia Abataneo, quien realizó la traducción al inglés. "Sin ellas, hubiese imposible que Aldi compita" cuenta Jorge, su compañero de vida, mediante mensajes.
"Pocas veces sentí orgullo en mi vida, pero poder estar en la tribuna acompañando, verla a ella ahí adentro, lanzando con las mejores del mundo, fue algo emocionante, verla representando al país fue un orgullo enorme" cuenta Jorge, uno de los pilares emocionales y anímicos de Aldana Molina.
Ultimos días de vacaciones para Aldana, que ya desde el lunes volverá a la rutina. Levantarse temprano, ir a tomar el colectivo que la lleve hasta Rio Tercero, para sumarse a los entrenamientos de Daniel Manfredi. Por lo pronto descansa. Recuperá el tiempo perdido con Zuco, Tina y Ema, sus tres perros. Su debilidad.
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