NO BAJAR LOS BRAZOS ES COSA DE LOCOS

Sergio Cabanillas es el protagonista de este escrito, quien voló de palo a palo en el fútbol liguero y nacional. Un accidente lo hizo odiar el fútbol, pero jamás bajó los brazos. En su silla de ruedas, volvió para entrenar arqueros, logrando el tan ansiado ascenso con Villa del Dique. Ahora, lleva sus conocimientos y valores a los arqueritos de "La Villa". 

Carlos Sergio Cabanillas es su nombre real, aunque muchos lo conocen como "el loco", apodo típico de un arquero que se destacó a partir de la década de los 80' en los estadios de la Región. Atajó para el Náutico Rumipal, Atlético Rio Tercero, Fitz Simon, Sportivo 9 de Julio, entre otros. Estuvo en General Paz Juniors y Racing. A nivel nacional llegó a cuidar el arco de Independiente compartiendo entrenamientos con un "tal" Ricardo Bochini, mientras que en Velez Sarsfield tenia por delante a un "Mono" Navarro Montoya. 

En 2007 un desgraciado accidente en camioneta lo dejó paralítico, alejándolo de las canchas para siempre. Sí, para siempre. Se enojó con la vida. Se enojó con la pelota. Tanto así que por una década no volvió a mirar fútbol. 

En 2017 volvió. Lo hizo entrenando arqueros en el Club Náutico Rumipal. Posteriormente pasó a integrar el Cuerpo Técnico de Lucas Martínez, con el objetivo claro: "que la Villa vuelva a Primera después de más de dos décadas en la B". Y lo lograron entrenando a Martin Culjak, y Alexis Ramírez, siendo la valla menos vencida del certamen. La pandemia frenó el tan ansiado regreso, pero este viernes vuelven, nada más y nada menos que visitando al Sportivo 9 de Julio, club en el que brilló volando de palo a palo. Un sin fin de emociones. 

En la última semana, el "loco" comenzó a trabajar y brindar conocimientos y valores a los juveniles del Club. "Gracias a la comisión del fútbol infantil del club Deportivo Villa del Dique x confiar en mí aporte hacía los arqueritos de las divisiones inferiores espero estar a la altura hermoso desafío" expresó por sus redes sociales.

Un claro ejemplo de superación y constancia. Con el apoyo de familiares y amigos se sale adelante. Con pasión, y amor propio todo se puede lograr. 

"Es un tipo que labura, que esta todo el tiempo en movimiento mas allá de su discapacidad. Y lo demuestra constantemente. El año que estuvo con nosotros se lograron muchas cosas, como el ascenso y la valla menos vencida del torneo, que fue un logró de él, por lo que hizo con los arqueros. Conformó un grupo entre 8 y 10 arqueritos que se los metió al bolsillo. Tiene experiencia, semblante y sabe lo que es estar debajo de los tres palos. Es un libro abierto. Estamos muy contentos que pueda continuar trabajando también con las categorías mas chicas" comentó Lucas Martínez, DT de la Primera División.

"La silla no es una cárcel. No es una trampa mortal. Yo estoy peleando porque no soy cagón. Yo logré que mi hija pueda tener un estudio con mi propio trabajo. Me siento orgulloso de lo que logré. Y no lo digo de egocéntrico. Veo mucha gente joven que no tiene ganas de vivir. Y yo sí. Por eso espero contagiarlos. Esta es la única vida que tenemos. No hay otra" supo decir, "el loco," años atrás a Hernan Laurino de Mundo D.

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